Ventilación

La ventilación es esencial en la calidad del aire porque el aire exterior aporta aire limpio y desinfectado.

Para ventilar hay que meter y sacar aire. No vale con solo meter o solo sacar. Hay que considerar que un edificio es como una caja. Un edificio es prácticamente estanco y si solo se extrae aire, el sistema deja de funcionar cuando el aire que debe de entrar no lo hace. Por eso es necesario compensar el aire de salida con el de entrada.

El aire exterior debe de ser filtrado, tanto si procede de una zona abierta, como si lo hace de una mas contaminada como una zona industrial. Las partículas en suspensión son causantes de algunos de los canceres de pulmón. Además, ciertos virus y bacterias tienden a adherirse a esas partículas. La filtración del aire exterior reduce considerablemente esas partículas reduciendo las afecciones.

La recuperación del calor del aire de extracción es esencial para reducir el consumo energético y aumentar el confort. Ese calor se emplea para precalentar o pre-enfriar el aire exterior que se introduce en el edificio. La eficacia de estos equipos puede llegar hasta el 90% reduciéndose la potencia térmica necesaria de manera muy notable.